En las Navidades del 2004 hice un viaje a Grecia después de haber pasado un año bastante oscuro. Era la primera vez que escribía una especie de cuaderno de bitácora. Luego vendrían más.
Αθήνα, 24-Dic-04. Hotel Alma
Acabo de llegar. El hotel, cerca de Omonia, es muy ateniense. Me ha extrañado que en la plaza no haya albaneses. Desde mi ventana se ve y, sobre todo, se huele el restaurante “Νεόν”(1). Cuántas veces estuve antes en él. Los olores de las especias traen viejos olores de especias. Esta canela trae aquella canela, esta pimienta huela a aquella pimienta, el orégano a otro orégano antiguo. Miro esta Atenas post-olímpica, miro después al cielo y agradezco que no la hayan transformado del todo; al menos esta parte de la ciudad.
Las calles están llenas de pequeñas luces blancas, como en todas las navidades anteriores. Música en la calle Ermoú, Ayos Basilis(2) en Syndagma. La gente ríe, canta, vive por el puro placer de vivir.
He vuelto a Grecia.
________________________
(1) Neón.
(2) San Basilio. En Grecia es quien entrega los regalos a los niños el último día del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario